El diseño web es la disciplina que se dedica a las cuestiones de apariencia externa de la página. Es decir, de la parte más estética y funcional de la misma. El objetivo, en estos casos, es proporcionar funcionalidad a quien realiza ese trabajo.
Un aspecto al que se le da importancia vital es el de las letras, imágenes o distribución de la página. Y para ello se valoran cuestiones como la fuente, el color o la alineación. En este sentido, el diseño web tiene una importancia estética clave, de manera que el diseñador web es, por lo general, una persona con algún tipo de creatividad.
Por otra parte, el diseño web tiene que ser siempre funcional. Y esto implica que el planteamiento de la página irá en la línea de mejorar la experiencia de usuario. En consecuencia, se hará hincapié en cuestiones como la navegación o usabilidad de las páginas.
Eso sí, hay que recordar que el diseño web tiene que ir siempre alineado con la política de la empresa u organización. No en vano, las cuestiones de marketing son esenciales para generar credibilidad y aumentar visitas.