El lanzamiento de un producto que se produce en cinco etapas, prominencia, comunicación, atracción, punto de venta y resistencia. De ello resulta claramente que un buen lanzamiento exige un periodo de preparación bastante largo y planificado. Los datos ponen de manifiesto que solo la décima parte de los productos que se lanzan al mercado tiene éxito. Por ello, cuando nos disponemos a crear una empresa que posee un producto novedoso, es necesario preparar muy bien el lanzamiento para asegurar que triunfa en el mercado. Esta cifra tan pequeña se debe, no sólo a las dificultades que entraña lanzamiento en sí, sino que también contribuye el hecho de que en muchas ocasiones no se prepara suficientemente, no se crea una expectativa con antelación, o, simplemente, no se hizo un buen estudio de mercado o plan de viabilidad del producto o se manejaron datos incorrectos.
Los 5 pasos
- El primer paso es la evaluación y estudio del mercado en relación al producto que se quiere lanzar. Lo que se trata de determinar es si existe un mercado real o potencial para ese producto, un nicho de mercado. Es decir, sí existe la demanda. Normalmente lo anterior va requerir que el producto su ponga una aportación de valor y una diferencia frente a las propuestas de la competencia.
- El segundo paso se orienta a hacerle visible frente al resto de productos. Es preciso buscar la forma de captar la atención del público objetivo, pues, si no se consigue, va a ser complicado que el producto tenga éxito.
- El tercer paso es la configuración del mensaje publicitario incluido dentro del envase o la imagen del producto. Dicho mensaje tiene que reunir como requisitos esenciales la brevedad, el tono agradable y la conexión con el cliente potencial.
- El cuarto paso es la creación de la necesidad o deseo en el consumidor o usuario final. Debe resultar patente que el producto es conveniente, fácil de utilizar y ofrece una ventaja competitiva que lo distingue el resto de productos similares. Además, las posibles desventajas han de estar controladas y es esencial que el conjunto sea creíble, teniendo en cuenta la empresa, la marca y el producto en sí.
- Pero, la labor de lanzamiento no se agotan el producto en sí, sino que se extiende a los canales de distribución y/o lugares donde se va a comercializar. Por ello, el quinto paso requiere que esté ubicado en un lugar donde sea fácil de ver, que tenga un precio adecuado y que el consumidor o usuario final considere que el resto de sus atributos también lo son.
- Por último, el sexto paso se refiere la necesidad de que el cliente quede satisfecho, lo cual sólo puede tener lugar cuando recibe, al menos, lo que se le ha prometido. Por lo que el producto habrá de cumplir las expectativas del cliente, y seguir haciéndolo en el futuro, mediante la mejora continua.