Buenos días y feliz viernes 🙂
Hoy queremos traeros a la palestra algo de lo que se ha hablado muchísimo y que tiene que ver con los derechos de los trabajadores: la jornada laboral. Concretamente, vamos a hablar de la jornada laboral de cuatro días.
Este tipo de jornada consiste en reducir la jornada de trabajo de 40 horas semanales a 36, sin cambiar los objetivos de productividad. Los beneficios que se esperan si se implementa este tipo de jornada es que, aunque parezca mentira, se aumenta la productividad y podría mejorar el propio entorno laboral.
También, y mirando por el trabajador, sería algo positivo para la salud y la conciliación familiar.
Por otro lado, no todo son ventajas, sobre todo de cara al empresario, ya que este tendría que pagar el mismo salario a pesar de la reducción de jornada. Es algo por lo que muchos se han pronunciado en contra, al no tener garantías de que se vayan a cumplir los objetivos de productividad. En cuanto al trabajador, al dedicar menos horas al desarrollo de su trabajo, podría quedarse estancado en su puesto, sin muchas opciones de cambiar de trabajo o incluso de estatus.
Algunos países ya lo están implementando (en período de prueba, como Reino Unido) y quieren empezar a lanzar datos cuanto antes. Otros países que ya llevan algunos años con este tipo de jornada son Nueva Zelanda o Islandia, con resultados prometedores.
¿A vosotros os convencería este cambio en vuestras jornadas? ¡Contadnos!
